Mi querida y terrible cosa
Mi querida y terrible cosa
Los espíritus se sienten atraídos por la sal, ya sea sangre o lágrimas.
Roos Beckman tiene un compañero espiritual que solo ella puede ver. Ruth, una mujer extraña, cadavérica y muerta desde hace siglos, es la luz de la vida de Roos. Es decir, hasta que la joven y adinerada viuda Agnes Knoop visita una de las sesiones espiritistas de Roos y ambas entablan una conexión.
Pronto, Roos es llevada a la ruinosa finca que Agnes heredó tras la muerte de su marido, donde una mujer enferma ronda los pasillos, hay olores extraños en el aire y misteriosas estatuas de piedra habitan la capilla familiar. Algo terrible supura en la mansión, pero aun así, la atracción entre Roos y Agnes es innegable.
Entonces alguien es asesinado.
Pobre, sola y con un historial de histeria, Roos es la culpable obvia. Con su cordura e inocencia en tela de juicio, tendrá que demostrar quién (o qué) tiene la culpa o perderá todo lo que ama.