El rey dragón

Llegó a las afueras de Riviana Star justo a tiempo y no solo me salvó a mí, sino también a las personas que ahora considero mías. Se comprometió a estar a mi lado siempre y me hizo hacer la misma promesa a cambio. Mi corazón no puede aferrarse a la ira y el resentimiento ni un momento más, no cuando quiero a este hombre para el resto de mi vida.

La reina Eldinar y los elfos desconfían de él mucho más de lo que lo hicieron conmigo, pero le ofrecen lo que quiere (la ubicación de los dragones) si hace algo por ellos a cambio. Se avecina una guerra en su bosque (un ataque de los elfos oscuros que quieren evadir el Reino de Caelum) y quieren que el Rey de la Muerte los derrote.

La relación entre nosotros ha cambiado, una cuerda invisible atada con muchos nudos nos une. He comprometido mi vida a ayudarlo con su causa, a vengar a la familia que le fue arrebatada tan despiadadamente, no solo porque quiero liberar a los dragones, sino porque quiero que él tenga paz. Él me la ha dado, y yo quiero darle lo mismo.

Un secreto guardado en lo más profundo de mi corazón. Sé que mis sentimientos por Talon van mucho más allá de lo físico. Puedo sentir su alma junto a la mía cuando estamos juntos. Cuando imagino la vida después de la guerra, no soy la Reina del Valle del Escorpión ni de los Reinos del Norte, sino la Reina Rothschild de las Islas del Sur.

Pero hay algo entre nosotros que Talon se niega a compartir. Algo que no puedo ver, pero que puedo sentir cada vez que nos tocamos. Una distancia que solo florece en lugar de marchitarse. Un secreto tan pesado que nos hunde en medio del mar.