Nunca nos besamos

La chispa entre Ava y Alex, el mejor amigo de su hermano, siempre fue innegable. Por eso, Ava pasó su vida preguntándose por qué Alex nunca había reclamado sus labios.

Dividido entre la lealtad y el deseo, Alex siempre mantenía a Ava a distancia, dejándola al margen, observándolo pasar por mujeres más rápido que un corazón que late.

Cuando Ava ya no puede ignorar la atracción que siente por Alex, deja todo en su vida, incluido a su novio, para intentar por fin que las cosas funcionen entre ellos. Pero rendirse a sus deseos más profundos podría arruinarlo todo, incluido el frágil tejido de una historia familiar compartida.